MI ADOLESCENCIA

Como ya dije desde bien pequeña hacía de todo en mi casa y en mi adolescencia también, hasta cocinar. Pero como era muy inquieta quería aprender nuevas cosas, y aunque como sabéis no pude estudiar, no perdía oportunidad de leer todo lo que cayera en mis manos. Un día, una mujer mayor vecina nuestra, comentó que había hecho un curso de corte y confección por correspondencia y me interesé en hacerlo, así que me dio los datos de donde venía el curso, de San Sebastián era, les mandé una carta, pagué la matrícula e hice el curso, pero por las noches, ya que por el día entre las tareas de casa y las del campo me era imposible. Cuando conseguí el diploma me puse muy contenta y hasta en una habitación hice algunos trabajos en mis ratos libres para amigas y familiares.

Mis aficiones, además de leer, eran ir al cine y al baile, ambos estaban en el mismo edificio, primero entrabas a un salón grande donde se ponía la orquesta del pueblo a tocar, ese era el salón de baile, y desde el salón se entraba al cine. Allí nos juntábamos todos los jóvenes. Al cine o al baile íbamos los domingos, a veces en carro y otras andando.

La verdad es que hacía muchas cosas, no paraba y lo pasaba bien, tengo muy buenos recuerdos de aquella época.