viernes, 24 de octubre de 2008

Anecdota de mi adolescencia


Mis padres un día se fueron al médico a Alicante y me quedé yo, con catorce años que tenía, en la finca a cargo de mis hermanos. Precisamente ese día vinieron a la finca muchos obreros con el jefe y se pusieron a arreglar la carretera, y antes del medio día el jefe se me acercó y me dijo “nena”, que así me llamaba, “que no terminan los hombres y hay que hacerles comida”. Yo sabía ya cocinar pero eran muchos hombres y estaba sola. En esto me trajeron cuatro conejos para arreglar, me ayudaron a pelarlos y a cortarlos y me puse a hacer un arroz con conejo en dos paelleras. Cuando el arroz estuvo los hombres se pusieron en la mesa a comer y estaba tan bueno, que me felicitaron y me hicieron sentar con ellos a comer, y luego felicitaron a mis padres. La única pega es que comimos muy tarde, pero por lo demás salió todo tan bien que recuerdo con alegría ese día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA DESDE LA FINCA GOLF. RECUERDO QUE SIEMPRE HAS CONTADO ESTA ANÉCDOTA COMO TAL PERO EN REALIDAD YO CREO QUE FUE UNA "PU...ADA" PORQUE CON AÑICOS Y PARA TANTA GENTE, PUES ESO UNA "ESO". BUENO CON CONEJO NO, PERO DE ESAS DE POLLO QUE SOLO TÚ HACES ¿CUÁNDO? MIRA EL TONI Y YO NOS RECOGEMOS UN DÍA UN POLLO DE DONDE TÚ NOS DIGAS Y NOS LO HACES ¿VALE?
OYE TE RECUERDO QUE TIENES QUE PONER FOTOS, QUE MOLA.
BUENO HERMOSA, AHÍ TE QUEDAS CON TU HISTORIETA,Y NOSOTROS ESPERANDO EL PRÓXIMO CAPÍTULO.
UN BESICO

Anónimo dijo...

OIGA QUE NO SÉ POR QUÉ PERO NO ME HAN SALIDO LOS NÚMEROS.
QUERÍA DECIR QUE CON 14 AÑICOS ...

Anónimo dijo...

Haznos un arroz con conejo para Eulogio y para mí, ¿vale?, yo traigo el vino y un buen pan y "pa qué queremos más"